¿Cómo saber si estoy comprando un buen café?

Empecemos por el lugar donde compras tu café, ¿en el súper o tienda de autoservicio? CANCELADO, no te lo recomendamos. Se trata de cafés de anaquel, llevan ahí tres, cuatro, seis meses o más, cuestión que no podemos saber pues sus empaques carecen de fecha de tostado, no hay certeza de la frescura del grano y ni que decir si éste se encuentra molido, sus cualidades de aroma y sabor están severamente disminuidas.

En cambio, si acudes a un expendio o barra de café solicita:

  1. La exhibición de granos de café que ofertan en un plato extendido o superficie plana.

Podrás apreciar mejor sus características, comenzando por el tueste. Si luce muy obscuro y brilloso (aceites por fuera), se trata de un tueste no controlado donde predominará lo amargo con notas aromáticas y de sabor, a caucho, carne, ceniza, carbón, pescado, rancio, medicina, humo y tierra. Su color debe ser café mate uniforme, no negro.

  1. La trazabilidad del café que venden, es decir, ¿de dónde viene el café?

Si la respuesta es tan genérica como un “es café de Veracruz¡Cuidado! Es importante que, como consumidor, puedas conocer la familia que produjo ese grano, ubicación de la finca, altitud sobre el nivel del mar, variedad, proceso y fecha de tueste.

¡Como en el vino! Una etiqueta que respeta la identidad de quienes colaboraron en el proceso siempre será importante ¡No más héroes anónimos!

  1. La fecha de tueste impresa o escrita en el empaque.

Ésta es muy importante para saber que consumiremos un grano fresco que aún preserva sus notas aromáticas y de sabor. Bebe preferentemente cafés que se tostaron cuando mucho treinta días antes.

Insistimos, si lo compras molido será mejor que sea de una fecha de tueste muy reciente, pues cuando se muele pierde en forma muy acelerada las características comentadas.

  1. El molido del café en tu presencia.

Si ya tienen un inventario de café molido y solo te entregan la bolsa, no tienes la certeza de cuándo se realizó la molienda y por ende tendrás severas dudas de la frescura del café. Aunado a ello, habrá serias interrogantes sobre la calidad (demasiadas imperfecciones y tueste disparejo), pues nunca viste la apariencia física del grano.

  1. Un poco de café molido para apreciar su fragancia, si pueden prepararte un café ¡Mejor!

Recuerda, si percibes notas aromáticas y de sabor como las señaladas en el punto uno ¡Da las gracias y retírate! Si por el contrario aprecias aromas y sabores: frutales, florales, dulces, especiados, achocolatados, nueces, avellanas, cítricos, frutos secos, entonces vamos por buen camino ¡No todas las mencionadas al mismo tiempo, eh! Si detectas una o dos está perfecto.

  1. Si puedes tener un molino de café en casa sería fantástico.

Tu experiencia sensorial se elevará al máximo, obviamente adquiriendo una materia prima de calidad.

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